Al acabar la Guerra y hasta 1947, la selección jugó de azul. El pantalón era azul y las medias, blancas. El objetivo de Adidas, patrocinador técnico de la selección, con la inclusión de esa doble franja de formada por diamantes amarillos y azules, era recordar la equipación que España lució en el Mundial de 1994 en los Estados Unidos. El equipo descendió de categoría, pero el apoyo de Jägermeister seguía inamovible y cada vez era más fuerte. La presidenta de Consejo Superior de Deportes dio su apoyo a la lucha de las futbolistas por disponer de un primer convenio colectivo. Los clubes han encontrado en los esponsors sus particulares mecenas para llevar a cabo esas obras de arte sobre el césped, y que solo pueden ser realizadas por futbolistas de pincel fino. María José Rienda afirmó que las futbolistas han derribado “con un balón barreras que parecían infranqueables”. Fue en Alemania donde comenzó toda esta historia de poner un logo a una camiseta para que miles y, décadas más tarde, millones de personas pudieran verlo. Las indumentarias de España (Adidas), Alemania (Adidas), Ucrania (Adidas), Rusia (Adidas), Francia (Nike) e Italia (Puma) cumplen los requisitos legales, aunque todas contienen algún metal pesado, usados habitualmente como colorantes.
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