No deja de ser paradójico que, ante los discursos antisemitas del franquismo, el cerebro del Real Madrid fuera un judío sefardí que hablaba castellano con acento francés porque había nacido en París, aunque tenía nacionalidad española. Cada vez que hay un presidente del Barça hay otro que quiere ocupar su puesto, porque ser presidente del Barça en Catalunya es, desde luego, lo máximo. No esta mal, espero que la sepan lucir.